miércoles, 16 de septiembre de 2009

critica Concerto Carmina Burana in Buenos Aires

La vigencia de una cantata de Carl Orff
Una multitud se deleitó con Carmina Burana
Lunes 14 de setiembre de 2009-LA NACION

Cantata escénica Carmina Burana , de Carl Orff (1895-1982). Solistas: Laura Polverini, soprano; Jorge Luis Rabuffetti, barítono; Renato Mangione, tenor; Marcelo Ayub y Jorge Ugartamendia, pianos. María Calzado Linage, marimba, con el Ensamble de Percusión del Conservatorio de la ciudad de Buenos Aires.
Coro En Voz Alta, de docentes de educación pública.
Director concertador: Salvatore Caputo.
Salón de actos. Facultad de Derecho de la UBA. Nuestra opinión: muy buena

Los poemas medievales que utilizó Orff en 1935 como texto para su Carmina Burana , la mayor parte en latín con algunos versos en alemán y en provenzal antiguo, los efectos corales, el ritmo predominante, el canto expuesto y los matices sonoros de la orquestación han contribuido a popularizar la obra.
Por otra parte, se la puede considerar una de las creaciones de mayor éxito masivo de la música alemana del siglo pasado, aunque, ahora, dada la multitud que colmó la gran sala, el entusiasmo que estalló al finalizar y la lozanía y la originalidad que aún surgen de la partitura hacen pensar que su aceptación estará asegurada también en nuestro tiempo y en el futuro inmediato.
Sucede que en los poemas utilizados por el autor, se hace gala del gozo por vivir y del interés por los placeres terrenales, por el amor carnal y por el disfrute de la naturaleza, con una crítica feroz a la sociedad y a los temas eclesiásticos, y da una visión de la Edad Media de época oscura, contrapuesta a la que se desarrolló en el pasado, pero que es fácil generalizar para otros tiempos de la historia.

La versión ofrecida fue entusiasta. Un coro de más de cien integrantes, todos ellos docentes de la educación en escuelas públicas, el conjunto instrumental y los solistas fueron dirigidos con solvencia por Salvatore Caputo, distinguido maestro de coro, quien ha de finalizar por este año su vinculación con el Teatro Colón.

En las voces solistas, se destacaron la musicalidad, la buena emisión y el cautivante fraseo de Laura Polverini, la muy valiosa labor del tenor Renato Mangione para emitir la zona aguda de expuesto lucimiento musical. Por su parte, el barítono Jorge Luis Rabuffetti, de buen timbre, debería atender con esmero la emisión del sonido, porque su voz careció de presencia.

De muy buena amalgama y limpieza fueron los pianistas Marcelo Ayub y Jorge Ugartamendia, mientras que el conjunto instrumental dejó escuchar variedad de efectos y justeza rítmica sólo posible de lograr con la intervención de músicos dotados para la especialidad.
La ovación final fue exultante y muy cariñosa, en especial para Salvatore Caputo, quien en el saludo irradió un emocionado agradecimiento y su natural sencillez.
Juan Carlos Montero

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